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Como cubrir el evento en 3 días y no morir en el intento.


Lo primero que debe mencionarse es que esta no es una nota sobre el evento de tres días, es una nota del trasfondo del mismo.

Ahora dicho eso, prosigo.

Bien… A decir verdad, todo es bastante simple.

Simplemente… se acabó.

Sí, finalmente terminó el mayor evento que haya tomado lugar en la institución.

Se acabó la celebración del trigésimo quinto aniversario de nuestra institución.

¡Vaya que fue exhaustivo!

Si bien lo extenuante comenzó el día martes, el día anterior no fue menos agotador.

El día uno fue el preludio de lo que me gusta llamar crónica de una persona agotada.

Es que negarlo sería mentir. Estoy agotado.

Sí, lo estoy. Aunque, siendo sincero, tengo la suficiente energía y cafeína disponible para poder redactar todo lo que viene a continuación. Vamos que es algo extenuante y terminaré aún más cansado, pero valdrá la pena.

Sí, quizá usted piense: ¿Y por qué te quejas? Nadie te obligó a cubrir el evento.

Y vamos, lo entiendo perfectamente. Pero mi justificación es simple: soy una persona que piensa y siente. Y al menos para mí, todo valió la pena.

Pero basta de mí. Vayamos a lo que realmente interesa: el evento.

El evento estuvo en un rango aceptable-bueno para mi gusto; aunque, como siempre, es una afirmación subjetiva.

El día uno fue bastante tranquilo y práctico, aunque no se puede decir lo mismo de los otros dos días.

Es que vamos, si bien siempre hubo algo que hacer, ver o ayudar a llevar a cabo en los eventos, existe el factor tiempo.

Yo considero que fueron muchas actividades, y si bien era posible cubrirlas todas, no se pudieron apreciar como era debido. ¿A qué se debe esto? Organización.

Fue un punto que siempre aquejará a la comunidad que participe de alguna manera en cualquier evento.

Primero que nada, el tiempo me pareció excesivo. 12 horas…

Sí, 12 horas de cobertura el martes y otras 12 el miércoles.

No, no es que esté inconforme de esto, pero me parece que se prolongó más de lo debido.

No fue tan anunciado como para que asistieran los, aproximadamente, 2,000 alumnos inscritos en el plantel.

Vamos, es que no les interesaba a todos. Y eso se pudo reflejar en asistencias a los eventos.

Algunos eventos comenzaron antes, otros después. Otros fueron reubicados con casi nada de anticipación, y otros recibieron instalaciones en mal estado. No, no hablo de que les dieron sillas rotas ni nada de eso. Simplemente no se pudo limpiar a tiempo todo el plantel. ¿Motivo? Ni idea.

Se recortaron tiempos y alargaron otros. Hubo discrepancias de opinión entre algunas personas debido a la necesidad de abasto. Hubo carencias en ciertas cosas y hubo abundancia en otras.

Ciertamente no es algo que se haya notado en pleno evento; sin embargo, son cosas que sucedieron y no se pueden ocultar.

Pero no todo es malo, vamos que hubo cosas a destacar.

La presencia del conferencista que se presentó el día lunes fue increíblemente apabullante para muchos de los alumnos. La imagen de alumnos llorando mientras abrazan a sus padres es simplemente fuerte.

Quien sabe a qué se debe. Sólo pasó.

Supongo que realmente hizo lo que debía: darles una charla de realidad a los alumnos.

Les hizo ver que está bien equivocarse, pues somos humanos. Pero también les hizo ver que está mal no pedir perdón por hacer daño a los demás.

Supongo que fue una pieza clave en este rompecabezas, pues así se logró hacer que los alumnos fueran más abiertos y empáticos. ¡Bien logrado!

Por otro lado, las actividades culturales y deportivas.

Me veo obligado a mencionar que hubo una triste promoción a muchos de los eventos deportivos que tomaron lugar el día martes.

Mientras en el campo de balompié se realizaban competencias de estrategia y razonamiento; en las canchas deportivas se estaban llevando a cabo los torneos de volibol y baloncesto.

¿Alguien sabía de esto aparte de la prensa escolar, los participantes y organizadores?

Desconozco la respuesta real, pero supongo que tendrá tendencia negativa.

¿Mi fundamento? Simple: algunos alumnos caminaban a través de la cancha de baloncesto en medio del partido pues pensaban que era entrenamiento y no estorbaban. ¿Torneo de volibol? ¿Hubo? Sí, incluso jugó la selección de la escuela. ¿Alguien acudió a verlo? La verdad, pocas personas. Más bien, nadie ajeno a las personas que mencioné en la pregunta del párrafo anterior. A este torneo le recortaron el tiempo y tuvieron que reorganizar la modalidad de juego. Otra vez sale a relucir mi amiga llamada organización.

Y así mismo hubo otros eventos con incidencias, pero nada que sea tan grave como para mencionarle de manera extensa. Aunque no se les menosprecia, cabe mencionar.

Y bueno, la otra parte de los eventos son los que ensalzan la cultura de la región.

A decir verdad, fueron excelentes eventos e interpretaciones, pero la mayoría de los eventos –o si no todos- culturales tomaron lugar en el Palenque de la Expo Feria o en la cancha de balompié. Lugares donde había audiencia. Sí, las danzas y los trabajos eran impecables. Incluso una orquesta nos deleitó con su interpretación, pero también hubo otras excelentes actividades a las que nadie asistió.

No, no quiero demonizar a nadie por tener más audiencia que otros. En absoluto.

Sólo busco decir que los alumnos tuvieron una infinidad de eventos para presenciar, y muchos de ellos quizá sólo se quedaron a observar en un mismo lugar.

Me disculpo de antemano si alguien resulta ofendido o agraviado por la opinión aquí expresa. Simplemente es el sentir de una persona que presenció gran parte del evento, no sólo en el espectáculo, sino también tras bambalinas. Y esto es un conjunto de ideas que podrán tomar en cuenta o desechar. Realmente no importa, pero es lo que, subjetivamente, pienso acerca de todo.

-LEMISI.


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